Redes de Trueque

Published on 12/01/2008 - Experiences

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Contributors: Heloisa Primavera

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Existen muchos ejemplos de cartillas de formación de clubes y redes de trueque. A título de ejemplo, podemos citar al menos las que están disponibles en el sitio de RedLASES:
- Cómo formar clubes de trueque, 2001
- El Solidario, 2001
- Mercado de Trueque Solidario, 2005
- Moneda social y democracia, 2005


 6. ¿Podrías explicar, a grandes rasgos, cómo se organiza una red de trueque a nivel de estructura (nodos, redes, etc.)? ¿Cómo o quién coordina, cómo se gestiona la oferta y demanda de servicios a nivel práctico (físico o digital), etc.? ¿Qué protocolos utilizan?

Los clubes, nodos o grupos de trueque que están activos actualmente son muy diversos. La estructura depende del proyecto: aquellos que son simple recurso de mercado alternativo suelen funcionar con un coordinador (en general, coordinadora), un proveedor de bonos locales, un sistema de reglas de asociación y una cantidad de ferias donde los bonos pueden ser utilizados, que varían de uno a doscientos. La frecuencia mínima de las ferias es semanal y las ofertas varían de acuerdo al grupo y a un ajuste del mismo mercado. Puede haber publicaciones locales y también "Proveedurías", que son lugares fijos, administrados por el mismo coordinador o por un coordinador especial, donde los miembros registrados pueden usar sus bonos para adquirir productos fuera de las ferias. Los participantes pueden concurrir a una o más ferias por semana, según su oferta y aceptación del mercado.


7. ¿Qué impacto ha tenido Internet y otros sistemas de comunicación derivados en la gestión o coordinación de nodos locales o redes globales de trueque?

La comunicación vía Internet no ha tenido impacto significativo en el caso de las redes argentinas y hay que considerar varios aspectos incidentes: primero, el medio no era tan popular entonces, recordemos que estamos hablando de 12 años atrás y precisamente servía, tal vez prioritariamente, para que los más informatizados ejercieran una suerte de "poder" sobre los demás, en la medida que su posibilidad de visualizar sus resultados a nivel internacional los hacía más creíbles que sus mismas acciones en el campo social. Recuerdo especialmente un Nodo que tradujo su página web al inglés y al japonés gracias a la solidaridad de un militante de la causa moneda social, sin que ello tuviera correspondencia con lo que pasaba en terreno. Por otro lado, como debemos hablar al menos de dos grandes redes, la Red Global del Trueque y la Red del Trueque Solidario, en la primera había mucha (¿demasiada?) fluidez con el dinero oficial, mientras que en la segunda este dinero estaba ingenuamente proscrito, por lo cual no era posible mantener tareas de difusión y manutención de los sitios web, sin trabajo profesional remunerado, discutido en asamblea, consensuado por todas las regiones, etc. Como resultado de esa situación, los rastros de toda aquella experiencia desaparecieron casi por completo, con excepción del sitio www.trueque-marysierras.org.ar, aún activo, principalmente como fuente bibliográfica, muy útil por cierto.


8. El trueque es un fenómeno basado en la existencia de una comunidad. ¿Qué papel juega el alcance geográfico de esta comunidad? A mayor alcance geográfico, más individuos y más intercambios potenciales, pero también mayor distancia y dificultad de coordinación. ¿Cómo se equilibra todo esto en la práctica?

A partir de la crisis del país en el 2001, no sólo las redes de trueque, sino la demás iniciativas de la economía solidaria y la política misma tuvieron que rediseñarse. Puedo contarles el proceso que dio origen a Colibrí, lanzado en 2003, luego de una reflexión profunda y la observación de "éxitos" y "fracasos" locales. Aquí tenemos varios acuerdos con lo planteado en la pregunta: si efectivamente el trueque es un fenómeno basado en la existencia de una comunidad, no es menos cierto que su crecimiento, permanencia y trascendencia dependen de lograr la construcción de lo que hoy se denomina "capital social", expresión que me desagrada porque pone el énfasis en el "capital", aun social... Más allá de la polémica por la expresión, entiendo que es fundamental pasar del plano de la "comunidad" efímera de intereses y motivaciones personales a los proyectos colectivos de medio plazo, y no sólo de las satisfacciones a corto plazo, llamémoslo como lo llamemos.

El papel que juega el alcance geográfico de la comunidad es precisamente el hecho de que, a mayor alcance geográfico, más individuos y más intercambios potenciales, mayor distancia y dificultad de coordinación, pero también mayores posibilidades de construir "capital social", es decir, organizaciones democráticas y duraderas, para la consecución de proyectos de interés colectivo. En la práctica, se trata de un delicado equilibrio que requiere nuevos instrumentos de observación, como hemos propuesto en el Proyecto Colibrí.

Pero si queremos quedarnos en el uso de la moneda social como instrumento de transformación e inclusión social, diría que, más allá del formato específico del proyecto, es necesario asegurar:
 
• Un tipo de participación orgánica permanente, donde todos los miembros son productores y consumidores entre ellos, además de ciudadanos responsables de la cosa pública, por pequeña que pueda parecer. La existencia de proyectos colectivos asociados a los grupos de trueque favorece significativamente la sostenibilidad, dicen los datos empíricos, no nuestra expresión de deseo militante.

• Transparencia en la gestión del proyecto, de las actividades del grupo, inexistencia de dobles discursos.

• Equidad en la retribución y en el acceso a bienes y servicios, derechos y responsabilidades: ¿difícil lograrlo? Sí, muy difícil, pero no imposible. Es parte de la tarea permanente.

• Variedad en la oferta de productos y servicios, de modo de construir gradualmente nuevas pautas de consumo ético y responsable, muy arraigadas en cada uno de ¡NOSOTROS!

• Composición pluriestratificada del público, de modo de asegurar capacidad de compra de quienes podrían acceder al mercado formal y promover una gradual inclusión social. CURIOSOS E INVESTIGADORES, ¡ABSTENERSE! ¡TODOS PROSUMIDORES!
 
• Adecuada frecuencia de ferias, en lo posible complementada con lugares de acceso permanente, para enfrentar los locales abiertos las 24 horas del día del "otro" mercado...


9. Con la práctica van surgiendo necesidades nuevas que cubrir. ¿Cómo se adapta el proyecto para brindar nuevas respuestas? ¿Desde dónde (nodo, grupo de trabajo...) se realiza el análisis de los cambios para brindar soluciones o descartar las que no funcionan? ¿Cómo crees que las redes de trueque (lo puse en plural) resisten constantemente las tentativas de 'poner orden' por parte de diferentes grupos?

Precisamente, ¡la ampliación de esas "nuevas" necesidades es la que posibilita su permanencia! Por ello, es ineficiente pensar en redes de trueque aisladas de otras formas económicas y políticas: el proyecto es pensar OTRA economía para OTRA sociedad... En la práctica, se requiere un grupo impulsor o grupo promotor, que incluya a expertos con vocación de trabajo colectivo, que no abundan en el mercado, pero los hay. O se entrenan, con paciencia y compromiso. Cada participante cree que tiene razón y tiene razón. Sólo que "su" razón no es duradera, por lo tanto hay que buscar una mejor razón, la razón de muchos... Más adelante, aclararemos la propuesta que estamos implementando con resultados alentadores, aclarando que los procesos toman siempre más tiempo de lo deseable.

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"En el caso de las monedas complementarias, está claro que pueden tener distintos objetivos desde sus promotores: desde el más "empresarial", de incrementar las ventas, como otros muy altruistas, disruptivos, y hasta "revolucionarios" si se quiere, por parte de quienes las diseñan e implementan. Pero no es menos cierto que cada usuario las usa (o no las usa) por "sus" propios motivos, y eso sí interfiere en la lógica del diseño de los sistemas que pretenden crecer y sostenerse en el tiempo." Heloisa Primavera

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