Empresa Procomún

Publicado el 01/12/2008 - Experiencias

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Contribuidores: Telekommunisten

Relacionado con: P2P versus Web 2.0 - Economía de Red: El Juego

Dialstation
Platoniq entrevista a Dmytri Kleiner, de Telekommunisten (1)


1. ¿Cuáles son los orígenes de vuestro proyecto? ¿Cuándo empezó? ¿Cuáles eran los principales objetivos?

El proyecto Telekommunisten se puso en marcha el 1 de mayo de 2006. Los principales objetivos del proyecto pasaban por crear un colectivo de trabajadores que fueran la primera compañía de "comunismo empresarial", poniendo en práctica los resultados de mi investigación sobre economía alternativa.

Queremos lanzar una empresa que sea propiedad de los trabajadores, que provea servicios de Internet y teléfono y que gane lo suficiente como para darnos trabajo a nosotros y proporcione, además, la base financiera para nuestra producción artística y política.

Hemos desarrollado un producto, Dialstation, que ha estado todo el año en fase beta. El día 1 de mayo de 2008, dos años después de anunciar el proyecto, esperamos empezar a formar nuestra base de usuarios y trabajar hacia la autosuficiencia.


2. ¿A qué necesidades se dirige? ¿Qué tipo de problemas trata de resolver?

Varias formas de financiar trabajos políticos y artísticos son defectuosas, ya que su disponibilidad está limitada, a menudo, con ataduras que impiden que el trabajo genuina y radicalmente crítico pueda ser financiado.

Creo que solamente la autoorganización de los trabajadores puede aportar una solución: sólo produciendo e intercambiando de manera diferente podremos cambiar nuestra situación socioeconómica.

Como desarrollador de software y productor cultural, Telekommunisten es un intento de encontrar una nueva forma de producir y compartir en mi propia producción, para dejar de depender de la venta de mano de obra a organizaciones capitalistas y/o depender de las subvenciones, etc., pero creando relaciones de intercambio directas.


3. ¿Cuál es el alcance geográfico (local / internacional) de vuestro proyecto?

Estamos en Berlín, pero somos muy internacionales: en la actualidad, tenemos gente interesada en nuestra empresa en Alemania, Francia, Canadá y España, y esperamos involucrar a más gente y lugares a medida que avancemos.

El sistema Dialstation puede ser utilizado desde cualquier parte del mundo. Sin embargo, los números locales están sólo disponibles en Alemania y en Toronto (Canadá), así que en otros lugares hay que pagar un poco más para que devuelvan la llamada a nuestro propio teléfono.


4. A menudo, la práctica del día a día y el uso de la comunidad pueden cambiar o reestructurar los objetivos y necesidades. ¿Cómo ha cambiado esta praxis cotidiana el proyecto desde su lanzamiento?

Hemos aprendido mucho desde que empezamos y nos queda mucho por aprender. En términos de praxis, las dificultades para comunicar nuestros productos y para incorporar contribuyentes a nuestro flujo, son probablemente los mayores desafíos.

Otro hecho es que los alemanes, en realidad, no hacen llamadas telefónicas de larga distancia, y la gente de países de habla española interpretan, en mayor medida que la mayoría, la autoorganización del trabajador como una forma de la lucha de clases, mientras que la gente en Alemania y Reino Unido tiende a centrarse en la organización política. Esto, junto con el hecho de que los angloparlantes parecen tener problemas a la hora de recordar el nombre "Telekommunisten", hace que pensemos en cambiar el nombre del colectivo por la versión española "Telecomunista", así como también ofrecer otros productos como hospedaje y servicios de correo, ya que hay mucha gente que no hace llamadas de larga distancia pero sí le gustaría ser cliente de Telekommunisten (¡o de Telecomunista!).

    
5. ¿Hay un calendario previsto para vuestro proyecto? ¿Planes para el futuro?

Sí, quiero ponerlo en marcha "de verdad"  el 1 de mayo, cuando tendremos además una nueva versión de Dialstation, así como servicios de hospedaje por 12 €/año y un servicio para alojar listas de correo gratuito para menos de 500 mails al mes, y a 1 € cada 1.000 mails para las listas que envíen más de 500 correos por mes. El servicio de listas de correo sólo estará disponible para proyectos de arte, educativos y activistas.


6. ¿Cuántas personas están involucradas en vuestra organización?

Dos de nosotros estamos a tiempo completo, Rico Weise y yo.

Hay 5 "propietarios" oficiales actualmente: Rico, William Waites, Stacey Belding, Alexander Baldeck y yo.

Hay otros que han ayudado y siguen ayudando de diversas maneras, sobre todo Nadine Gahr, Yan Minegawa y Brian Wyrick. Sin embargo, sería una lista muy larga si incluyera todos los que han ayudado. Espero que, si tenemos éxito, algunas de estas personas también sean trabajadores-propietarios.

Para cuando el proyecte madure, me gustaría que Telekommunisten tuviera unos 10 o más miembros a tiempo completo y cooperar en una red mundial de organizaciones colectivas.

    
7. ¿Formasteis vuestra organización para ajustarla a ciertas ideas de vuestro marco teórico? Es decir, ¿la estructura del proyecto refleja las formulaciones conceptuales de los antecedentes del proyecto?

Sí, Telekommunisten está formado por mis creencias sobre el "comunismo empresarial" y como un experimento con esas ideas.

Veo el comunismo empresarial en dos fases iniciales: en la primera fase, las empresas de proto-comunismo empresarial deben romper la Ley de Hierro y, a continuación, unirse para fundar una empresa comunal.

En una empresa comunal madura, la recuperación de los costes se logra, simplemente, mediante el uso del "rent-sharing", para asignar de forma eficiente la propiedad a su uso más productivo, garantizando así la acumulación mutua. El "rent-sharing" funciona por medio del alquiler de la propiedad por su valor de mercado total a las empresas miembros y, luego, distribuyendo por igual los beneficios de este alquiler entre todos los miembros de la comunidad.

Las inversiones, cuando vengan exigidas por el intercambio exógeno, se financian mediante la venta de bonos en subasta. La liquidez endógena se logra mediante el uso de créditos mutuos.

Sin embargo, en la fase inicial no hay ninguna propiedad para el "rent-sharing" y la demanda de bonos es probable que sea insuficiente. Por tanto, la única forma en que la empresa puede tener éxito es rompiendo la Ley de Hierro y, de alguna manera, capitalizarse y ganar más que la suma de los gastos de subsistencia, cosa que hace que la acumulación mutua sea posible.

En mi opinión, hay dos requisitos para romper la Ley de Hierro:

a) La empresa debe tener una fuerza de trabajo altamente cualificada, de modo que los mismos trabajadores puedan detectar la escasez de alquileres, es decir, artistas, desarrolladores de software...

b) La producción debe basarse en lo que yo llamo "capital de materias primas", que es aquel capital común a la mayoría (si no a todas) las industrias y que, por tanto, es a menudo subvencionado por entidades públicas y privadas y está disponible en el mercado por debajo de su coste real. Ejemplos de esto son las infraestructuras de telecomunicaciones y de transporte, ambas fuertemente subvencionadas.

Además, un tercer requisito para mí, aunque no viene dado por la simple lógica económica, es que los primeros productos son de uso general a los segmentos del mercado que creo que son los agentes más directos para el cambio social, es decir, otros productores similares, activistas, comunidades diaspóricas / translocales y la economía informal en general.


8. Como pequeña empresa relacionada con las comunicaciones, ¿cómo sobrevive Dialstation? ¿Cuán complejo o simple es mantener el proyecto en términos técnicos (servidores, etc)? ¿Requiere de un número mínimo de usuarios para ser económicamente autosuficiente? ¿Cómo de grande es la comunidad de usuarios de Dialstation, y cuál es su tasa de crecimiento aproximado?

Dialstation es bastante complejo, yo mismo lo mantengo en su mayoría, pero fue desarrollado con amplias contribuciones de otros miembros, especialmente de William Waites, y mantenemos nuestros centros de datos con la ayuda de William y Alex.

Legal y administrativamente, el colectivo está mantenido por Rico Weise y Stacey Belding. Actualmente nuestras operaciones son muy pequeñas, la mayoría de nuestros ingresos proviene de nuestros servicios para empresas, que me incluyen a mí como consultor, hecho que está muy lejos de la forma en que planeamos funcionar.

Varios cientos de personas hacen llamadas telefónicas a través de nuestra red, ya sea con Dialstation o a través de nuestros servicios para empresas. Hasta la fecha, nuestras experiencias con la promoción han sido positivas y hemos crecido mucho, aunque nuestra promoción en esta etapa ha sido muy limitada, ya que todavía estamos probando el concepto. En estos momentos, no estamos promocionando nuestros servicios porque nos estamos preparando para entrar en una fase de desarrollo intenso.

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Con el apoyo de:
Platoniq

Dmytri Kleiner: Dialstation

Cápsula grabada durante el Mercado de Intercambio de Conocimientos Libres, Barcelona 2008. Organizado por Platoniq.

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